De regresso al Prao

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Hace ahora una semana que me mudé oficialmente a Cantabria. Han sido días de ajetreo, de ir y venir para arreglar la casa y dejarla lista para vivir.
A pesar de que el jardín aún tenga restos de la construcción, vamos, poco a poco, cambiando algunas cositas para empezar a naturalizarlo.

Cosas buenas que encontré: un sapo, varias mantis, dos arañas avispas y un enánago.
Cosas menos buenas que tengo constantemente frente a mis ojos: caracoles. Son tantos que suben por las paredes, por las ventanas, hoy incluso encontré uno en el suelo de mi habitación. También hay millones de arañas, pero después de vivir un verano en Holanda ya no me molestan tanto. Nada que una taza y un cartón no puedan solucionar.

Espero volver a los diarios del jardín a partir de la próxima semana.

Gracias por leer.

Mónica