En el Prao

lluvia, croissants y cursos

la cocina del barco

Boat edition
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La vida en el barco es extremamente estéril, en lo que respecta al mundo natural. El aire que respiramos viene de los filtros del aire condicionado; el água se trata en la sala de máquinas utilizando sistemas complejos; y las pequeñas portillas dan la poca luz natural que tenemos. Una maceta con albahaca y un ramo de peonías del supermercado son los únicos seres vivos del reino vegetal que hay por aquí.

Aunque estamos a cuatro días del verano, los días todavía son oscuros, con lluvia y viento interminables.

Mi sugerencia para alegrar un día oscuro: croissants. Un croissant cálido con una taza de cafe son la mejor solución para calentar el alma.

Y para mejorar la cosa, estamos atracados en un puerto en medio de la nada. Así que he tomado la decisión de aprovechar al máximo el tiempo aquí para estudiar y seguir aprendiendo, intentando mantener alguna conexión con las plantas - me inscribí en un curso online de horticultura con la Royal Horticultural Society. Tardará un poco hasta que lleguen los materiales, pero tengo muchas ganas de empezar.

Gracias por leer.

Mónica